Sexo, sujetar, apego, playa: el interminable esti­o con Marga

Sexo, sujetar, apego, playa: el interminable esti­o con Marga

Por Taciara Furtado

Sexo, sujetar, apego, playa: el interminable esti­o con Marga

El verano consejos para salir con una persona mayor de 60 se presento primero de que las sintomas sobre la estacii?n primaveral dejaran definitivamente su torso. El calor se apodero sobre al completo desplazandolo hacia el pelo debido a separado podia pensar en las 3 reglas doradas: playa, sujetar, sexo. Por ese orden. Un ano mas. Nunca es que sufriera sobre una idea simplificada de el esti­o, asi­ como con ella de la vida, podri­a ser habia descubierto que la vida era esencialmente la suma de varios causas que ordenados adecuadamente daban un producto ideal. El lo habia resuelto desprovisto desmesurados reflexiones. Simplemente atendiendo el furor instintivo sobre su naturaleza. Esos factores nunca eran otros que gozar, apreciar placer y vivir ignorante a realidades y verdades incomodas.

El verano era eso. Un tiempo, pero ademas un punto, un espacio concreto: alli donde unicamente existia el placer, el amor, el sexo, la alegria, la juerga, la despreocupacion. Y no ha transpirado Hoy que el veranillo Ahora se habia presentado, el obligado memoria sobre Marga abria en canal el orden inmutable de la memoria. Ella se apoderaba sobre todo. Como todo el tiempo habia hecho. Igual que aquella primera ocasii?n en la playa cuando se amaron entre los infinitos granos sobre arena desplazandolo hacia el pelo la espuma blanca de estas olas; dentro de el mar desplazandolo hacia el pelo la tierra, bajo el cielo asi­ como la luna.

Aquel amor que habia cambiado su rumbo despojandole sobre la codicia del exito y entregandole a la rutina de una vida falto rutina

Aquel amor innumerable e irrealizable sobre esti­o que le habia abierto las ojos Con El Fin De invariablemente. Que habia hecho viable ignorar el algebra tanto como la literatura, la leyenda o la quimica, la fisica y no ha transpirado la lengua. Aquel amor que habia cambiado su rumbo despojandole de la ansia del exito y no ha transpirado entregandole a la rutina de la vida sin rutina, hecha exclusivamente Con El Fin De ser vivida, hecha de estaciones que se suceden y no ha transpirado nunca de dias de el calendario que Jami?s acaban sobre pasar. Eso habia hecho Marga al despojarse de su bikini, al abrazarlo con ternura y agarrarle con potencia, al volcarlo referente a la arena asi­ como al montarlo con agilidad desplazandolo hacia el pelo soltura en un baile inclusive entonces desconocido por el novio.

Marga le habia mostrado que el placer es semejante de vida, que gozar seri­a la razon sobre vivir, que vivir seri­a simplemente vivir. La novia habia sido su verdadera maestra, su musa sobre veranillo Con El Fin De invariablemente. Asi que su suvenir era una senal obliga al inicio de el veranillo, la marca comercial indeleble en la superficie mas sensible del corazon. La novia habia sido apego y tambien sexo. Ella habia sido la noche asi­ como el aniversario.

Ella era la gramatica del sexo, la infraestructura sintactica del placer, la formula de la vida, el secreto sobre la naturaleza descubierto en el laboratorio sobre la vida

Fue su primer amor y como nunca podia acontecer menor, su gran amor sobre veranillo. La novia era la gramatica de el sexo, la infraestructura sintactica de el placer, la formula de la vida, el enigma sobre la esencia descubierto en el laboratorio sobre la vida: dentro de algas, arenas, conchas marinas y erizos. La novia fue desplazandolo hacia el pelo siguio siendo de todo el tiempo. Playa, unir, sexo: las verdades que le enseno marga.

Sus amistades, los demas, los que inclusive entonces habian llenado de horas las dias, se fueron Con El Fin De continuamente. iban pasando en colecciones sucesivas desde aquel instante: cada estacion, una pandilla; cada estacion, un apego; cada estacion, la aventura; cada estacion el sexo igual que le corresponde; cada esti­o: playa, unir, sexo. El amor de Marga reeditado cada ano. Y no ha transpirado de este modo inclusive dichos 63 anos de vida recien cumplidos, en las que Marga volvia a apoderarse de el, tantos anos de vida despues, ofreciendo inicio a una diferente practica sola.

De ningun modo un recuerdo habia hecho tanto a la vida.

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